Cada día tenemos ideas y conversaciones con nosotros mismos como un proceso normal que continúa en nuestra cabeza constantemente y no se puede detener.
La mente sigue este ritmo durante todo el día con las ideas y pensamientos fluyendo sin cesar al igual que el agua en los ríos.
Más sin embargo hay muchas personas que tienen el deseo de detener los malos pensamientos o los recuerdos que los hacen sentir mal. Como si fueran a cerrar un grifo de agua. ¡Jaja… la mente no es así!
Que podemos hacer entonces es algo que requiere un tiempo de nosotros para ser un poco más responsables y tener una mejor integración física y mental.
El proceso es uno sencillo que podemos agregar a nuestros rituales diarios que puedes realizara el tiempo que quieras.
Solo cierra los ojos y busca una sensación de estar vivo que puedas concentrarte en ella. Por ejemplo, tu respiración, el latido del corazón o alguna sensación en tu cuerpo.
Este proceso te ayuda a distinguir quién realmente eres tú o tu ser, la vida que tú eres, en lugar de tu forma fisiológica.
Me gusta compartir esta idea que ha podido ayudar a muchos en el diario vivir y más en las situaciones que enfrentamos cada día. Y enseñanzas de grandes gurus del yoga y la meditación. Entre ellos me encanta como Sadhguru lo explica.
El progreso personal muchas veces requiere cambios drásticos. Este no es muy complicado, pero si muy beneficioso a la larga.