Ponte Primero Tu Máscara

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Escrito por Raul Ferrer

Ponte primero tu máscara si quieres avanzar en la vida. Es lo mejor que puedes hacer si tu deseo es genuino en querer ayudar a otros al mismo tiempo.

Lo vemos en muchas ocasiones en la calle, en el trabajo y aún en nuestro ambiente más cercano con nuestros familiares. Las personas quieren ayudar a otros cuando no tienen las fuerzas ni los recursos apropiados para darle a otros lo que necesitan.

¿De dónde sale el ponte primero tu máscara?

Cuando nos montamos en un avión y antes de despegar, te dan el discurso de procedimientos a seguir cuando están en pleno vuelo.

Una de las instrucciones más importantes que da la aeromoza cuando se pierde la presión en la cabina y baja la máscara, te dice ponte primero la máscara y luego ponérsela al niño o acompañante, si no es apto para hacerlo.

De igual forma esto debe ser parte de tu procedimiento durante el vuelo o viaje a otro destino. Muy bien lo podemos comparar con el día a día nuestro. Tenemos unas metas que queremos lograr y durante el día enfrentaremos altas y bajas.

¿Cuál es el propósito de primero ponerte la máscara?

Hoy y todos los días ponte primero la máscara antes de salir al trabajo, a una actividad, a realizar ejercicios y en todo momento que te expongas a posibles extraños o a los que ya conoces.

Hasta este punto, la máscara a la que nos referimos es una máscara imaginaria. A diferencia de una real, esta máscara debe ser igual o más poderosa. Esta es una máscara para todos aquellos que de alguna forma u otra te desvían de tus propósitos o metas en la vida.

La capacidad que tienes para lograr las cosa que te propones es ilimitada, solo tú las puedes medir. El problema es que muchas veces nos damos por vencidos y pensamos que no podemos seguir, no lo vamos a lograr o es una meta muy ambiciosa.

¿Qué puede pasar si no te pones primero la máscara?

Vas a ver que, durante tu viaje o el camino hacia tu meta, te vas a encontrar con esas altas y bajas. Ponte primero la máscara, ya en ese punto vas a estar listo para protegerte a ti y a los que quieres.

Esto quiere decir que, en los momentos más difíciles, el exponer tus ideas, sentimientos o planes, pueden afectarte grandemente sin ponerte primero la máscara.

Por ejemplo, cuando buscamos la opinión, aprobación o consentimiento de personas en las que confiamos. Muchas veces ellos tienen la mejor intención de ayudarte u orientarte en el tema que les presentes. A menos que esa persona sea tu mentor o coach en la materia, debes estar preparado con tu máscara. Ponte primero la máscara, porque así ya tienes el filtro para lo que te respondan.

Ellos pueden darte un mensaje positivo, negativo, decepcionante, de desanimo o peor aún pueden tratar de que cambies de idea y olvidarla.

No está mal consultar con alguna persona que confías, más aún cuando esta te ha logrado ayudar en el pasado.

Tu evolución y la máscara

En este punto, te puedes haber dado cuenta que posiblemente ya has tenido la práctica de ponerte primero la mascara en muchas ocasiones.

Tu futuro va cambiando, a la vez tus metas y decisiones a tomar en el camino. Puede que falles y te caigas. Siempre hay espacio para aprender y muchas veces vas a tomar un camino que otros no lo van a seguir.

Ponte primero la máscara demostrándole a otros como te desarrollas por el camino y logras ponerles a ellos también la máscara que necesitan. Así les enseñas a:

Protegerse de las cosas externas,
Cierran la posibilidad de que su cuerpo acepte cosas que no necesitan,
Les permite reorganizar sus pensamientos y decisiones,
Fortalecen su determinación y acciones,
Aumentan las posibilidades de lograr sus metas y siguir creciendo.

Me quite mi máscara para compartir esto contigo, porque sé que vas a seguir subiendo tus estándares en la vida para el bien tuyo y el de los demás.

¡No olvides la máscara y compartir este mensaje con los demás!